El transistor que fabricaron era de punta de contacto, y constaba de una base de germanio, que podía ser de tipo N y del tipo P, sobre la que se apoyaban dos puntas metálicas que constituían el emisor y el colector. La corriente de emisor era capaz de modular la resistencia que se "veía" en el colector. La fotografía que os muestro a continuación es de una réplica que se conserva del transistor que desarrollaron en 1947:
Radios, televisores, hornos, ordenadores, teléfonos móviles, reproductores de audio y vídeo, impresoras, fotocopiadoras, equipos de rayos X... toda la electrónica de consumo y la informática no habrían sido posibles tal y como las conocemos hoy en día sin el descubrimiento del transistor. De ahí su vital importancia.
Fuente: AbadiaDigital.com