Los primeros restos de Carcharodontosaurus fueron encontrados en la década de 1920, pero sólo constaban de dos dientes que desde entonces están desaparecidos. Otros pequeños restos de Carcharodontosaurus fueron encontrados en Egipto y descritos en la década de 1930, pero fueron destruidos cuando Munich fue bombardeada en 1944. Desde entonces, se descubrió un cráneo de Carcharodontosaurus saharicus en el Sahara, y fue descrito hace una década. Así que, como se puede ver, resulta muy inusual hallar evidencias de este tipo de dinosaurios.
Los nuevos fósiles muestran varias diferencias respecto al material previo, permitiendo a Brusatte denominarlos como una nueva especie: Carcharodontosaurus iguidensis.
Los restos incluyen varios pedazos del cráneo, así como parte del cuello.
Este nuevo descubrimiento muestra que diversos terópodos enormes (dinosaurios carnívoros bípedos) habitaron África hace 95 millones de años. Se sabe que otros dos megacarnívoros poblaban el mismo ecosistema sahariano en esa época: el Spinosaurus (una criatura que pudo haber crecido hasta 18 metros de longitud) y los algo menores terópodos abelisáuridos, caracterizados por robustas extremidades traseras y una gran ornamentación de los huesos del cráneo. Sólo crecían hasta unos nueve metros de altura.
El mundo en esa época del Cretáceo, hace 95 millones de años, fue el período de algunos de los niveles más altos del mar y de los climas más cálidos en la historia de la Tierra. Parece ser que mares poco profundos dividieron Marruecos y Níger, promoviendo la separación evolutiva de las especies que vivían en las dos regiones.
Cherry Lewis
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Fuente: noticias21.com